Agua con sal
18.05.2022
Agua con sal
Descubrí lo que era el mar cuando mis ojos se llenaron de él. Hubo tanto mar en mí que ya no queda ni gota. Tanto, que ya no soy capaz de oír el romper de sus olas. Seco. Desquebrajado. A veces solo quiero sentir que me ahogo. Sentir esa lucha catártica por salir a la superficie.
No recuerdo ni el nombre de la obra ni el autor. Solo sé que está en el Museo de Bellas Artes de Bilbao de forma permanente.
Como si el perro de Goya se hubiese hundido definitivamente. A veces uno quiere llorar aunque no sepa hacerlo.
Miguel Paneque Folch
